La nota fue que Lula se fue sin visitar a Cristina. Ni Messi, ni Lula.
Viajó a Montevideo a verlo a Lacalle Pou y otra reunión con Pepe Mujica.
En la delegación brasileña, surgió el siguiente comentario, “Con Alberto es distinto, lo fue a ver cuando estaba en la cárcel, ella nunca visitó a alguien, ni siquiera a los propios”. “Vive en su mundo, los demás no le interesan”.
Lula ganó porque creció hacia la centro – derecha. Su vicepresidente es el liberal, ex gobernador de San Pablo, Gerardo Alckmin.
Cristina está sola. La pregunta es: ¿Se terminó el ciclo?
Otra, ¿Cómo fue que estuvieron en el poder durante 16 años de 20, de la historia democrática del país? ¿Por qué fueron votados en cinco oportunidades?
La gente prefiere quizás, la ficción, la mentira, el engaño.
Pregunta que habrá que repetir cerca de fin de año, cuando se vaya a votar.
Los problemas actuales no los pueden solucionar. Por lo tanto, se apela a fantasías.
Por ejemplo, moneda única en el Sur.
Un país que emite todo el tiempo sin respaldo, tiene 95 % de inflación y Brasil, 7 %. El resto, 3 y 4 % en el año.
Para llegar al euro, se necesitaron 30 años de discusiones.
Otro ejemplo, se presentan en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para hablar de “lawfare” o “guerra jurídica”. Se acusó a sectores económicos y a la prensa. Los apuntan de violar los Derechos Humanos. Eso sí, aplaudieron a Maduro, Ortega y a Cuba. Salen el presidente de Uruguay y el de Chile para decir, acá hay gente que no respeta la democracia.
Todo un papelón internacional. Parecen chicos enojados de escuela primaria. “No nos gustan los fallos, queremos otros”. En realidad, dan vergüenza ajena.
Mientras tanto Sergio Massa, menosprecia a Uruguay y le contestaron.
Existe una kriptonita en el camino del ministro.
Material ficticio parecido a una esmeralda que debilitaba mortalmente a Superman. Massa, tiene como material mortal a algo más simple: la carne.
Mientras el zapallo en un año aumentó 600 %; berenjena 232%; papa negra 408%; agua mineral 104 %, leche larga vida 165%; leche entera 140 %; yerba mate 127 %. En síntesis, frutas y verduras 110 % en el año.
La carne solo el 45 %. La sequía pego fuerte en los cultivos, pero, por ejemplo, en Santa Fe hubo miles de vacas muertas. En los próximos meses, la carne va por la revancha.
El 2023 señalan que va a ser el peor año.
En 2022 se exportaron 42.343.- millones de dólares, este año el cálculo es de 27.258.- millones de dólares. Estamos hablando de granos, cereales, oleaginosas, aceites y subproductos.
El campo teniendo en cuenta el cambio de gobierno: ¿no retendrá granos en el segundo semestre, pensando en lo que viene?
Calculan la retención de 8 millones de toneladas de soja y 5 millones de maíz.
Frente a las fantasías de la vocera presidencial, el propio presidente y Hugo Moyano, las cifras del Indec son contundentes.
En 5 años el poder adquisitivo cayó 24,9 %. Lo peor, el trabajo no registrado, monotributistas, alrededor del 35 % de pérdida.
En 6 años se nota una caída en el consumo. Solo repuntó un 1,9 % en el 2022.
Pobreza 43 %; indigencia el 7 %; 17 millones de pobres e indigentes, 220 canchas de River completas y ahora el Papa dice que es el 52 %.
Massa trata de frenar la emisión y los subsidios y Hugo Moyano señala: “Con un plan platita grande a lo mejor damos vuelta la elección”.
Predomina la ficción, adorno en las palabras para ocultar la realidad.
Podemos compararlo con “El tiempo de los sueños” de la mitología de los aborígenes australianos. Suele recibir el nombre de Altjeringa.
Los relatos mitológicos o sueños nos hablan de las hazañas de los antepasados que son los que hicieron las cosas por primera vez. Todo el futuro es la copia de ellas. Las historias contenidas en los sueños son expresadas con canciones. Son una red de recuerdos sagrados.
Hay un encanto maligno. El anciano jefe antes de morir crea un fuego que persiguió a sus hijos, para siempre.
¿Qué surge de todo esto?
Aparentemente están embarcados en una destrucción suicida. Si no podemos conseguir lo que queremos, arderemos todos en el fuego.
Durante algunos años, muchos le siguieron el juego. Ahora se están despertando. La radicalización actual con el riesgo de llevarnos a todos al abismo.