Cepos y congelamientos para evitar el colapso.

En Argentina no hay estallido social, porque todavía no se rompieron los contratos. En el 2001 si lo hicieron.

Los pesos, que los ahorristas creían eran dólares en el 1 a 1, al principio no los pudieron sacar de los bancos y después eran mucho menos de lo que habían planificado. Una brutal devaluación los pulverizó.

La experiencia del Rodrigazo de 1975; la hiperinflación de 1989 y desde el 2001, la salida de la convertibilidad, convenció definitivamente a la gente que la única forma de ahorrar es en dólares y si es posible lejos de los bancos.

¿Cómo se arregla esto? ¿ Tiene solución?

Todos los políticos y economistas conocen cual es la única salida. Lo que falta es coraje para decir lo que hay que hacer.

Por ejemplo : saben que el control de precios es un fracaso seguro. Lo saben pero señalan que “algo había que hacer”. “La gente tenía que ver que nos movemos, que se hace algo”.

Además movilizan a los militantes, para darles ánimo.

Falta apenas una semana para votar y se financian con emisión porque todos quieren gastar de más.

¿La salida es un Remes Lenicov?

Al economista lo dejaron porque estaban a medio metro de caer al precipicio.

Esas cosas se hacen cuando el gobierno está muy asustado.

Los cepos que pusieron son para que no se desborde definitivamente la situación.

Nadie aplicó una fórmula mágica : no se puede gastar lo que no se tiene.

Todo se hace más complicado cuando los principales integrantes del gobierno tienen más de un 70 % de imagen negativa. El presidente, la vice, Massa, Kicillof y Maximo.

¿Qué pasos después del 14?

No hay populismo sin líder carismático y Cristina que dominó en el pasado, se encuentra que solo el 28 % de la gente la apoya. Eso erosiona al peronismo.

Menem murió, Alberto que criticaba a Cristina está sentado en el sillón de Rivadavia pero sin poder, Massa se abraza con todos los que amenaza con meter presos, Maximo demostró que está a siglos de Nestor.

En el peronismo tradicional se dice lo siguiente : “ El kirchnerismo ya fue, tenemos que buscar una salida sin esta mochila con piedras”.

Después del 14, el peronismo más conservador, los gobernadores y la CGT tendrán más poder.

Están observando que La Cámpora, desde las PASO está en un proceso de repliegue. Están tomando distancia del Gobierno. El objetivo es soportar y asimilar una derrota electoral y prepararse para mantener su gente y su identidad. No apoyan las candidaturas fuera de su círculo. Se acentuaron las diferencias entre la gente de los intendentes y la de Máximo.

Si uno observa los spots de La Cámpora, el Frente parece un partido de oposición que quiere cambiar el rumbo.

Definen aspiraciones mínimas, necesidades básicas que se nota, entonces, que no se resolvieron en estos años.

La división interna, las dificultades para encontrar un rumbo complican la posibilidad de acercarse a un acuerdo con el FMI.

Por un lado, reuniones técnicas con el ministro de economía, por el otro, declaraciones de actores fundamentales del Gobierno que piden no pagar. Por eso, los títulos de deuda continúan descontando un escenario negativo, con pocas reservas netas y déficit fiscal creciente.

Pasemos lista a lo que sucedió en años anteriores frente a la falta de dinero.

En el 2007, intervino el Indec con Guillermo Moreno. Falsificó los números y pagó menos por los Bonos atados a la inflación.

En el 2008, intentó con la 125, apropiarse de la renta del sector agropecuario. Fracaso, pero con Boudou consiguió estatizar las AFJP.

En el 2012, fueron por la nacionalización de YPF.

El problema mayor en el 2021, es que quedan pocas cajas para intervenir.

Alguien sugirió en forma sibilina : Los depósitos en dólares de los ahorristas que están en los bancos.

Ese camino no es posible, provocaría una explosión. Hoy sin poder político, es inviable.

Entonces, ¿Qué queda?

Hacer las cosas en serio. Pero tiene un costo alto.

¿Se necesita un Remes Lenicov?