Hace tiempo que América Latina, debe optar por EEUU, Europa o China.
Brasil, trata de impulsar el Mercosur, hacia la Unión Europea. Argentina resiste ese acercamiento desde la llegada del nuevo presidente.
Cristina y el Instituto Patria están elaborando planos para integrar parte de la economía en dirección al gigante asiático.
En estos días, la vicepresidenta le dio instrucciones a su ex canciller Jorge Taiana para que negocien con representantes del Partido Comunista de ese país.
¿Qué pretende Argentina?
Que China financie las obras en la hidrovía, las represas Nestor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, la cuarta central nuclear en Campana, el Paso Agua Negra en San Juan. Además del corredor Bioceánico.
China en el gobierno de Cristina, participó de algunas obras y prestó yuanes.
Argentina permitió que ese país, colocara una base aparentemente de uso civil, en la Patagonia. Es un puesto de observación privilegiado para los satélites. Nadie puede entrar en esa base, donde se acumulan datos de uso militar.
En Brasil, existe una oficina denominada Planificacion Organica de Escenarios Previsibles. Allí almacenan información y se proyectan posibles acontecimientos para 2030 y 2040.
Estudian desde, desarrollar sostenibles hasta el cambio climático.
En un trabajo reciente, la hipótesis de tarea fue la siguiente : “Posibilidades que en Argentina se establezcan bases militares chinas”.
Este país aprobó el ingreso de la Argentina al Banco Asiatico de Inversión en Infraestructura. Renovó el préstamo por 16.000.- millones de dólares.
Desde el punto de vista geopolítico, para China es importante, a través de Argentina, penetrar en esta parte del mundo.
Recordar que Cristina siempre tuvo una posición contraria a Estados Unidos. En una oportunidad, cuando era presidenta señaló : “ Si me pasa algo miren al norte”.
Suponía que si había algún atentado contra ella, el culpable seria ese país.
Mientras tanto recordemos que Brasil le dio una base a EEUU para sus lanzamientos espaciales. Es la de Alcántara.
Lo más importante de lo que sucede, es que, mientras el presidente entra en la confusión del día a día, enfrentando la pandemia, el banderazo, la herencia con contradicciones, afirma, niega y se desdice, la vicepresidenta diagrama el futuro.
Alberto se considera un experto en comunicación. Fatiga los diversos canales y radios , en algunos aparece como republicano y dialoguista, en otra abre el manual del populismo rancio y antiguo. Un sofista que ensaya los discursos según el interlocutor.
La sensación es que todo sucede para entretener a la gente, fatigada por una cuarentena que ya no existe.
Mientras, los planes que no se muestran, se diagraman en silencio en otro lado.
Sucede que el libreto del presidente se agota. La obra tiene pocos actos y breves.
En el país, nadie duda a esta altura, donde esta el poder.
Hasta tal punto, que una ley del conocimiento que había sido aprobada por diputados, Cristina, la cajoneo hace meses.
¿Por qué preguntaron? Cristina no la quiere porque beneficia a Mercado Libre.
Alguien respondió : ¿Pero tiene el acuerdo del presidente?
La respuesta fue clara : “Si ella la veta, se terminó la discusión”.
Por último; ¿Por qué la protesta policial tomó temperatura?. Para entender algo hay que tener en cuenta :
Uno : Martin Guzman le planteó al FMI que el gasto del 9 % del PBI, bajaría al 4,5 %.
Dos : ¿De donde se va a recortar?-
La clave es, primero a los jubilados, (no pueden salir a protestar) y segundo los empleados públicos, entre ellos, la policía.
La rebelión de esta semana pone en riego el deseo de recortar el gasto a través de los salarios.
Además, comenzó a subir la inflación.
Todo es un combo que amenaza llevarse con la corriente, a algunos funcionarios.