Estamos asistiendo al teatro del absurdo de Ionesco.
Nada es real. Todo es un escenario donde aparecen personajes que dan un discurso corto, disparatado, sin sentido y se evaporan detrás del telón.
Malena Galmarini: “Yo pongo más plata del ministerio en Tigre”. Allí, ella es candidata.
Sergio Berni: “Macri tenía 50 % de inflación, nosotros 110 %, pero la gente es más feliz”.
Gabriela Cerruti: “No es cierto que los niños tengan hambre, van a comedores”. Claro, ella cree que no quieren estar con la familia.
Verónica Magario, de La Matanza: “Nos van a sacar derechos”. ¿Cuáles? 43 % economía en negro, 18 millones de pobres, 2 más en el último año.
En el gobierno, aparecen funcionarios que piden: Por favor vayan a votar.
Guillermo Oliveto en su estudio recoge estas frases de la calle: “Siento impotencia y desánimo ”. “Los esfuerzos que hacemos no sirven para nada”.
El 21 % de las personas toma medicamentos por la ansiedad; el 20 % para dormir; 16 % para relajarse y 12 % para calmar los nervios.
Tiene razón el catalán que asesora a Sergio Massa: “Hablen lo menos posible, la gente está harta”.