“Todo va a ser cuestión de cálculo”. “Es una operación muy complicada de cirugía”. Así resumía la economía, un integrante del equipo de Sergio Massa.
Por ejemplo, señalan que es difícil congelar los precios ahora, porque explotaría la olla a presión en los primeros meses del 2023, justo cuando estamos al inicio del proceso electoral. ¿Cuánto puede durar con esta inflación una lista de precios máximos?. Como mucho 90 días.
Segundo: evitar una corrida cambiaria.
Para eso, limitan al máximo la entrega de dólares a los importadores. Saben que frenan la economía pero no hay otra alternativa.
Una parte del equipo de Massa estudia la dolarización ecuatoriana en el 2000. Señalan que el 80 % fueron asientos contables y un 20 % canje de billetes.
Pero, esto no tiene la aprobación de Cristina y Máximo.
¿Para cuándo un plan platita para tener chance de ganar la provincia de Buenos Aires?
Ahora, señalan, es prematuro. Casi imposible.
Si se vuelca ahora dinero a la calle, la emisión tendría una fuerte repercusión inflacionaria en febrero o marzo del 2023.
Así pasó antes de las elecciones en el 2021. Esa emisión tuvo fuerte repercusión en la inflación desde junio de este año.
¿Cuál es el peligro?
Los que tienen hoy fuerza y manejan la calle, no son los intendentes y tampoco La Cámpora. Los que conocen el clima son los Movimientos Sociales. Estos unidos a la CGT quieren armar listas independientes sin el “dedo” de Cristina.
Hoy está en duda, la conducción y el liderazgo de la vice presidenta.
Massa repite: “No me pidan más, soy el plomero del Titanic”.
La clave es la gente que está fuera del radar.
Esta semana miles de personas haciendo largas filas, con empujones y agresiones para anotarse en las oficinas de la Anses. ¿Qué querían?. Cobrar los 45.000.- pesos en dos cuotas, noviembre y diciembre. Esa cantidad de dinero son 130 paquetes de fideos.
El otro dato de la realidad. En septiembre cayó la venta de productos masivos. La inflación vacía los bolsillos.
¿Dónde se nota la caída?
Autoservicios y almacenes de cercanía. En alimentos un 7,7% menos que un año atrás; artículos de limpieza 13 % menos y 22 % de caída en higiene.
La clave, no son los cinco o seis gremios que consiguen en paritarias un 100% de aumento. La nota es el resto. Por ejemplo, existen en el país 9 millones de personas que trabajan y no están registrados. Es el 45 % del total. Allí está el personal doméstico, construcción, negocios y restaurantes, agricultura, servicios sociales y salud privada.
El dato del Ministerio de Trabajo apunta a que los que están en blanco, perdieron alrededor del 20 % del salario frente a la inflación.
Los que no están registrados dejaron en el camino el 45 %.
Se percibe además que muchas empresas contratan monotributistas, para que no queden en relación de dependencia.
Con esta radiografía no se entiende porque no se acepta una reforma laboral en serio.
Durante décadas el populismo peronista protegió varias industrias prohibiendo la importación . Un ejemplo fue el sector textil.
En Argentina un euro blue cuesta casi 300.- pesos. Una prenda que en Buenos Aires vale 57.000.- pesos, en Madrid, la misma 15.000.- pesos.
En Argentina, te dicen “no ser Venezuela”. En España apuntan “no seamos Argentina”.