Nadie sabe a donde vamos.

La salida va a ser traumática. En las prohibiciones, cepos, congelamientos es fácil entrar, lo explosivo es salir. Se necesitan Rodrigos o Remes Lenicov que estén dispuestos a inmolarse. El problema es que el shock que inevitablemente se viene, nos encuentra con 45 % de pobres, 10 % de indigencia y movimientos sociales en la calle. ¿Quién va a controlar las protestas? ¿Cómo lo va a hacer un gobierno débil, sin respuesta, ni brújula, ni plan? Por esa razón, comenzaron algunas reuniones entre dirigentes radicales y peronistas. Estos representados por gobernadores, caciques sindicales e intendentes. Dejan afuera a La Cámpora y kirchneristas. Plantean la necesidad de un “Comité de Crisis”, para después del 14 de noviembre. Todo apunta a que se rompa el Frente, y el peronismo histórico se desprenda del kirchnerismo. Hubo un intento cuando renunciaron todos los ministros cercanos a Cristina. En ese momento el presidente titubeo. Ahora, después de las elecciones estarían, – según se cuenta – , dadas las condiciones. Esto lo saben en el Instituto Patria, y por eso Maximo se puso al frente del sector radicalizado. No solo pide no pagar la deuda al FMI y declarar el default sino que le esta diciendo a Alberto y Kicillof que sus soldados están dispuestos para la lucha. Solo hace falta que los llamen. Manzur se dio cuenta que la situación no es fácil. Lo eclipsaron cuando Cristina nombró cinco veces a Gabriela Cerruti. Desde ahora tendrá que hablar menos y percibió que sus sueños del 2023, quedaron muy lejos. Dicen en el mercado : ¿el precio del dólar, casi a 200.- pesos está muy alto? Este valor refleja las expectativas a futuro. No estamos al borde del precipicio, pero estamos caminando en esa dirección. Guzman se radicalizó. Se encontró en el exterior con una situación más complicada de lo que esperaba. Kristalina Giorgieva, sigue en el cargo, pero más limitada. No tiene mucho margen para ayudarlo, y el ministro volvió sin respuestas. Por lo tanto decidió hacer homenaje a las Madres de Plaza de Mayo, decir que no hay que endeudarse con el FMI, y adoptó lenguaje cercano a un dirigente estudiantil. No se sabe para qué quiere perdurar, pero señalo que la oposición es anti – argentina. Desde el momento que no pudo despedir a un subsecretario su figura es decorativa. Pero ahora vuelve como un revolucionario que baja de Sierra Maestra. Pero para un economista que vive en Nueva York. Se transformó en el Che Guzman. Sergio Massa, un gran equilibrista, apunta en silencio a acercarse al peronismo histórico. Si hay comité de crisis ofrece a Martin Redrado como futuro ministro de economía. Señala que entonces estaría muy cerca el acuerdo con el FMI. Lo que no tiene explicación coherente es la persecución a empresas de la alimentación. Un batallón de hashtags oficialistas salieron a nombrar empresas y productos que no hay que consumir. Llaman a boicotear y clausurar. Ningún país cercano a la Argentina está en esos menesteres hace décadas. ¿Qué dirigentes, que empresarios tienen nuestros vecinos? ¿De qué raza? ¿Los nuestros, son quizás paracaidistas polacos que llegaron sin saber y bajaron en Plaza de Mayo? ¿Por qué los nuestros son diferentes? Los vecinos tienen ministerios de economía normales. ¿Por qué nosotros no? Perú consiguió colocar deuda por 5.000.- millones de dólares a 30 años, a las tasas de interés más bajas de la historia. Uruguay, Bolivia, Paraguay y Colombia refinanciaron y tomaron dinero en el marco de las reglas del FMI. Alberto y ahora Guzman dicen que hay que cambiar la arquitectura financiera internacional. Solo Argentina y Cuba quieren cambiarlas. El gobierno corre por izquierda a la oposición. El blue se está infiltrando en los precios. Es incipiente pero algunas importaciones no llegan por la vía oficial. La rueda gira cada vez más rápido y se hace muy difícil salir. Lo que tienen que congelar es la máquina de hacer dinero, no los precios. Nadie sabe hacia dónde van. Si te podes cubrir lo haces. Lo que viene será muy difícil, y parece que un sector político quiere que el costo lo pague el otro. ¿Quién perdió más en 3 años? El salario, las jubilaciones y pensiones. ¿Se podrá hacer un ajuste en estas condiciones? Parece imposible. Ahora, la brecha cambiaria va a definir la salida en el corto plazo. Cada día que pase será peor.