El empresario Steven Kobos estaba feliz. “Estoy contento vuelvo a la Argentina”. No le importa la recesión, ni la inflación, menos las tarifas congeladas, tampoco si pagamos o no la deuda.
Este señor es el CEO de Excelerate Energy, la empresa que trae de regreso un buque regasificador al puerto de Bahía Blanca para reforzar la oferta de gas en invierno. La embarcación se retiró en 2018, luego de una década de operaciones. En ese momento, muchos creyeron ingenuamente que la mejora en la producción del gas en nuestro país, sería para siempre.
“Ahora, estamos pensando en el largo plazo”, señaló.
“Hoy no veo nada que me asuste en Argentina”.
Está claro que esta política lo favorece.
Al mismo tiempo se conocía un informe reservado del City. Les señala a sus clientes que sería el momento de comprar bonos argentinos en dólares. Hoy la lámina de 100 se consigue en 29 dólares.
Explica, que habrá que esperar el largo plazo para conseguir una ganancia interesante.
En el estudio les explica a los clientes que no hay que asustarse por el corto plazo.
Enumera por ejemplo :
Uno : Hay cepo pero no será para siempre.
Dos : Ahora tienen buenos precios de exportación en la soja, maíz, carne.
Tres : El Banco Central tiene dólares.
Cuatro : Este año el kirchnerismo pierde las elecciones.
Cinco : No se preocupen por las prohibiciones para exportar, en realidad lo hacen para comenzar a negociar.
Seis : Están mejorando los números del déficit. Este año los salarios suben un 35 %; las jubilaciones un 28 % y la inflación va a ser del 47 %. Es decir, sin decirlo en forma explícita están haciendo un fuerte ajuste.
En estas dos noticias, un reportaje y un informe confidencial, se perciben hacia donde apuntan los inversores extranjeros.
Se olvidan que Cristina, ya se dio cuenta. Comparo en el Instituto Patria, a Guzman con Lopez Murphy. No está todo dicho.
El ministro está perdido en su laberinto. Del presidente señaló : “ Es uno de los funcionarios que no funciona”.
Vienen meses muy complicados. La recaudación será menor y el nivel de emisión aumenta. Habrá presiones sociales intensas.
Una cosa es cierta, si no fuese por los 10.000.- millones de dólares de más que traerá el campo, todo volaría por el aire.
Por ahora, se necesitan 480.000.- millones de pesos para ayuda social, por le Covid 19.
Hay dos variantes : emitir y más impuestos.
El déficit ya no será del 4,5 % del PBI.
Recién aprobaron subir el gravamen a las ganancias de empresas.
Ahora analizan un incremento al impuesto de Bienes Personales. Lamentan que lo que recibieron por el gravamen a la riqueza , no será para todos los años.
Recordar que el impuesto al cheque lo puso Cavallo en épocas de De La Rúa. Era por un año y se quedó para siempre.
Mientras tanto, llegó la orden desde el Instituto Patria.
La ayuda fundamental tiene que llegar al conurbano bonaerense, especialmente a los intendentes peronistas. Se consideran vitales para neutralizar los votos opositores en muchos lugares del país .
La hoja de ruta, la marca Cristina. Está claro, no se baja el déficit, se suben los subsidios. Lo dijo claro el 18 de diciembre en La Plata : “La Argentina es el lugar donde mueren todas las teorías económicas”. Allí en ese discurso defendió a Kicillof. Cuidar la mesa de los argentinos e intervenir a los poderosos.
La UIA, hizo un análisis concluyente para saber lo que viene.
Solo el 20 % piensa tomar gente.
El 32 %, si crece la economía prefiere dar más horas extras, pero no aumentar el personal.
El 48 % restante, seguirá igual o apuntará a los retiros voluntarios, ante la prohibición de despedir.
Síntesis : una locura la presión fiscal. Se desborda el gasto público y alguien tiene que pagarlo. El Cepo no alcanzaría sin el precio de la soja.
Toda la ayuda concentrada en el conurbano. Hay que ganar.
En el Banco Central están remando para durar. Alberto es un equilibrista que dice una cosa a las 12 y todo lo contrario , dos horas después.
Para algunos, el presidente fue intervenido por el Instituto Patria.
Solo le queda rezar y vacunar.