El 80% de un plan económico es confianza y credibilidad. Si hay dudas, nada funciona. Cumplir la hoja de ruta es clave: hay que hacer lo que se dice. No es fácil.
Número uno: plantearon el déficit cero y lo cumplieron, incluso enfrentando marchas multitudinarias por los jubilados y las universidades. En ese momento, el mercado entendió que hablaban en serio y el riesgo país cayó fuertemente.
Decidieron pagar la deuda en dólares. Entraron 31.000 millones de dólares por el blanqueo y la liquidación del campo. La clave: de cada 100 dólares que compró el BCRA, solo 19 fueron a reservas; el resto se usó para pagar obligaciones.
Ahora, en octubre, llega un momento clave: conseguir musculatura política en las elecciones.
Se espera que casi todo empiece con el número uno: inflación, devaluación, tarifas y salarios.
En una reunión privada, los exportadores de granos plantearon lo siguiente: si liquidás parte de la cosecha, los pesos los colocás en el mercado al 2,4% mensual. Si los ponés en pesos, le ganás a la inflación y al dólar, con una diferencia estimada del 17% en dólares en el año.
Para explicarlo mejor, se proyecta una inflación que arranque en 1,3 – 1,7%, una devaluación en torno al 1%, tarifas con subas de 1,5% en luz y 1,8% en gas. La estrategia es mantener todo planchado para ganar votos en octubre.
El objetivo es claro: mantener estabilidad hasta octubre, cuando se juega el futuro del gobierno.