Estamos frente a un cambio cultural con pocos antecedentes. Lo que se discute hoy es el déficit fiscal, el financiamiento del Estado. Durante décadas se crearon ministerios, secretarías y decenas de organismos con miles de funcionarios militantes. Además, los subsidios y los varios quioscos de la política. Pasamos de 4 o 5 ministerios a 16.
Para eso, pusieron más impuestos; se endeudaron con el mercado, después con el Banco Central y, por último, emitieron. Fabricaban dinero todo el tiempo. Rubinstein, el segundo de Sergio Massa, apuntó a la creación de 2 billones 700.000 millones en 8 meses. Ahora dice que fue un error. Sin contar todos los “negocios” donde se recaudó por izquierda.
Argentina en 65 años solo tuvo 9 con superávit fiscal. Gastadores seriales irresponsables.
El dato tremendo: en 1973, cuando llega Perón, había 4 % de pobres y 1,5 % de indigentes. El producto bruto por habitante era superior al de Brasil y la España de Franco.
¿Qué pasó? El populismo desenfrenado. El Gran Estado presente que nos puso el pie encima y no nos dejó crecer.