En los actos puede hablar de cualquier cosa, menos de inflación.
Pide abrazar, contener a los enojados. Pide que perdonen a Alberto y a Cristina. Ahora es otra cosa. El futuro, el destino, dice que está en sus manos.
Cuando asumió, el 3 de agosto del 2022, el dólar estaba en 298 pesos, ahora está en 550.
Los precios en los primeros 6 meses del 2022 llegaban al 36,2 %. Ahora es del 50,7 %.
El déficit en el 2022 fue de 224.000 millones de pesos. Ahora es de 611.000 millones de pesos.
En aquel momento quedaban 15 mil millones de dólares en el Banco Central. Ahora, analistas como Fernando Marull señalan que están negativas en 11.000 millones de dólares.
Además, no se sabe qué dólares están utilizando.
Todas las medidas que acaba de anunciar son “inflacionarias”. Esta palabra la utilizó Máximo el fin de semana.
Presiona desde el poder para que se cuenten historias distintas a la realidad.
Tratar de explicarnos que lo que viene es mejor, es más difícil que ensillar un toro.