Entre los empresarios hay una frase que se repite: “Para poder importar, tenes que acertar con la oficina adecuada, de lo contrario te perdes en los vericuetos de la burocracia”.
Rubinstein mientras tanto les explica a sus amigos que el acuerdo con el FMI está cerrado. Faltan detalles. Habría que pedir perdón, dijo, porque no cumplimos ni con la cantidad de reservas, ni con el déficit.
Explicó : “A quien se le ocurre que podemos hacer más recortes a pocos días de las elecciones. Ahora, dijo, solo queda hablar del futuro, nunca del presente y hacer anuncios todos los días de cosas que difícilmente podamos realizar.
Cambiaron la vieja frase de Perón: Mejor que realizar es prometer.
Hasta último momento estuvieron agitando en las negociaciones con el FMI, el fantasma chino.
Lo que nunca se sabe con los chinos es que firmaron. Ellos son determinantes, no se indica ni siquiera qué tasa hay que pagar por los yuanes. Se sabe que el interés es más alto, pero nunca se dio a conocer un número.
Mientras tanto, a Alberto le quedó a su lado solamente Gabriela Cerruti.