¿Complot contra Batakis?

Alberto se percibió que estaba solo como un náufrago en la isla.

 

A su llegada, precipitada por su salud, consideró una traición del Movimiento Evita que fuese a la reunión con Cristina, sin siquiera avisarle.

 

Igual, hace tiempo que percibe que Sergio Massa es prácticamente un primer ministro como en Europa y le reservaron un reinado inoperante.

 

En los últimos días, con los pocos amigos íntimos que quedan, se barajó una información confidencial. Algo que siempre sospecharon, pero ahora alguien tenía en su poder una carpeta que le suministraron desde el Banco Central. No era oficial, pero partió de un funcionario cercano de ese grupo.

 

Se sabía que, para impedir la llegada de Massa, lo intentaron con Silvina Batakis. La información de la carpeta, indicaba que esos 25 días fatídicos para la ministra que salió eyectada por la ventana, hubo un complot.

 

Empresarios algunos del circulo rojo, y cierto sector de la finanza con mucha influencia de la economía en negro, provocaron una corrida cambiaria que parece que se lo llevaba puestos a todos.

 

Detrás de toda esa gente, según cuentan, el informe señalaba a los amigos de Massa. Todos trabajaron para que ocurriera lo más pronto posible. “La situación no daba para más”.

 

Por eso cada vez que aparece Sergio Massa en los actos empresariales es aplaudido y se escuchan voces como: “Tenemos que seguir un líder, y usted es uno de ellos”

 

Son los mismos que hace 1 año vendían a Maximo o Wado de Pedro como dos estadistas.

 

Massa siente que está a cargo del gobierno. Le tienen que aprobar con el kirchnerismo casi todo lo que plantea. Cristina lo apoya y eso es suficiente. Sabe que tiene que eludir, postergar, conservar; pero no puede resolver los problemas. En realidad los tira hacia adelante. Lo peor sabe y lo dijo el viceministro será el 2023.

 

Se toparon con un obstáculo ineludible. Nadie quiere renovar deuda más allá de octubre. Esto provocó una concentración mayúscula de vencimientos. Mínimo 1 billón por mes desde enero.

 

El dólar tiene devaluaciones sectoriales. Le dan un 40 % más al sector sojero. Justamente ese porcentaje es el atraso del dólar oficial.

 

Una parte importante de la industria Pyme se está frenando porque no puede importar insumos.

 

Pero Massa sabe que en este contexto no tiene reemplazante. Según se pudo saber Cristina está convencida que si pierde a este ministro, todo se precipita y habría que adelantar las elecciones.

 

Si Massa no consigue el dinero para financiarse, irá por las Cajas de los intendentes y los gobernadores.

 

En realidad, los que están al frente de las provincias no participan de la política nacional. No tienen un papel activo en las decisiones.

 

Los candidatos parece que solo aparecen por el AMBA.

 

El ministro no es Houdini, tampoco el Mago sin dientes, pero juega todo el tiempo sacando conejos de la galera en el toma y daca.

 

Te doy un dólar de 230.- pesos, pero liquidame 3.000.- millones de dólares.

 

No me aumenten el combustible más del 4 % mensual y yo me comprometo a reducir por un tiempo los impuestos a la importación de combustible.

 

Toma y daca es la filosofía actual.

 

El problema es que cada vez quedan menos cosas para negociar.

 

Otra noticia que llama la atención.

 

En todos los discursos y arreglos el sector privado pide que se firme un acuerdo, y Massa responde: “Es todo conversado”.

 

Como la credibilidad es algo que falta en Argentina.

 

¿Cuánto pueden durar los arreglos de palabra?

 

Siempre surgen rebeliones, entre los estatistas, reguladores, controladores y en una última etapa expropiadores de lo privado.

 

El secretario de Economía del Conocimiento quiere crear una empresa estatal para el desarrollo del software. Es un sector dinámico, que crece. Intentaran subordinarlo al gobierno.

 

Este es el problema central.

 

En su fuero íntimo, el cristicamporismo no cree en lo que hace Massa. Lo tolera por el momento.

 

Pero tienen una enfermedad, para el Estado regulador todo, el sector privado para ellos es para los amigos.