Historia que hace poco se hizo pública mueve a un comentario.
Llega Martinez de Hoz al Ministerio de Economía en 1978 con la dictadura militar.
El secretario de Comercio era Alejandro Estrada.
Lo llama Agostino Rocca fundador de Techint, una de las más grandes empresas argentinas.
Este invita a Estrada a almorzar en su departamento del edificio Kavanagh.
Le dice, en público estoy de acuerdo en abrir la importación, pero mi gente va a decir lo contrario. ¿Sabe por qué? Porque si no llega la importación puede cobrar por la chapa mucho más gracias al proteccionismo.
En la UIA siempre se cuestionaron las aperturas.
Lo que es nocivo es el atraso cambiario.
Si se produce la apertura con un dólar barato termina con la producción nacional.
Kicillof señaló “Techint vende la chapa en nuestro mercado a un precio más caro que en el mundo”.
No solo Techint, hoy el sector más protegido es el textil, y la ropa subió de precio un 110 % en el año.
Entonces quieren regular la tasa de ganancias.
Nunca funcionó. Mucho menos la amenaza de apertura importadora.
¿Por qué? Porque los empresarios saben que no hay dólares suficientes para pagarlas.