Algunos temas se ventilan en público. Pero muy poco penetran en la piel de la mayoría.
Juan Couret, director de Alaska Comunicaciones, muy cercano a Daniel Scioli (le escribía los discursos) y a Alberto Fernandez, lo explica así: “Llegan informes de todo el país y cada vez más la gente no cree en nada de lo que está pasando”. “Me parece que no es por allí por donde hay que ir”.
En otro andarivel, corre Sergio Massa, ocupado por lograr que el gobierno llegue al 2023.
Por su lado los gobernadores peronistas dicen que se reúnen para solidarizarse con Cristina, pero en realidad se quejan del ajuste. “Nos están cortando Obras Públicas”. “Si queremos terminarlas tenemos que usar nuestros ahorros”.
Pero, hay mucho fuego de artificio.
Un senador pide parar un juicio para que haya paz social.
El gobierno insiste en debatir el “discurso del odio”. Un sector del kirchnerismo pretende una norma igual a la dictada por Nicolas Maduro.
En Chile gana la derecha liberal y la izquierda señala a los medios de comunicación.
Pero todo esto es para entretener. La Cámpora sabe que nada de esto será aprobado en el Congreso.
Entonces, ¿cuál es la verdad?
En el Instituto Patria, tienen claro cuál es el cambio para perpetuarse en el poder. Lo discutieron ya en el segundo mandato de Cristina.
Las elecciones se pueden ganar o perder, pero si tienen el control de las Fuerzas Armadas, como en Cuba, Venezuela y Nicaragua, el poder lo tenes para siempre.
Intentaron entre 2011 – 2015, con Milani como jefe del ejercito, infiltrarse ofreciendo negocios y prebendas, permisos de importación, el manejo de parte del mercado paralelo de divisas, entre otros.
Se avanzaba, pero la llegada de Macri, no solo interrumpió todo sino que terminó con Milani en la cárcel.
Ahora, optaron por un sistema diferente y a largo plazo.
Las listas de ascensos en el Ejército, que todavía no fueron enviadas al Senado para el acuerdo, fueron intervenidas por el kirchnerismo.
En el Instituto Patria, hicieron un control estricto sobre la forma de pensar de cada uno de los militares.
El general de división Guillermo Olegario Pereda se negó a incluir en el listado a oficiales que no superaron la evaluación de la Junta de Calificaciones de la fuerza.
El senador Oscar Parrilli quiere en el máximo cargo al segundo de la fuerza, general Diego Martin Lopez Blanco.
Este, era jefe del Regimiento de Granaderos, entre 2012 y 2015 por disposición del general Cesar Milani.
En realidad, en silencio, se hace un peritaje ideológico de cada uno.
Por un lado el ruido, el odio, los juicios, por el otro se avanza en silencio sobre lo que verbalmente importa.
Lo que llamó la atención de todo el arco kirchnerista, fue la elección en Chile. Sorprendidos, el presidente colombiano de izquierda , Gustavo Petro, twitteo “Pinochet revivió” . Para otros, semejante madurez electoral es muy poco habitual en cualquier lugar, y menos aún en un país de ingresos medios. Votó más del 80 %. ¿Por qué?. La publicidad señalaba: “Si avanza el comunismo no se queje, vote, después será tarde”.
En Economía, Sergi Massa consiguió algunos logros.
La posible llegada de 5.000.- millones de dólares del sector agroexportador es un dato relevante.
Ahogado por la falta de dólares, inauguró una nueva era, el dólar a medida. Cambió las reglas de juego en forma arbitraria. Esto que es beneficioso en el corto plazo, muestra la inestabilidad para invertir en Argentina.
¿Se abre la puerta a un posible desdoblamiento del mercado cambiario, con un dólar para exportación e importación, y otro más caro e institucional para turismo y pagos de servicios y deuda en dólares?
El vice de Economía, Rubinstein siempre fue partidario de ese sistema.
La corrección traerá consecuencias. La actividad se está frenando, se desacelera de la mano del cierre de importaciones.
Era la única salida para evitar el descalabro.
Massa aprovecha que el kirchnerismo duro está en otra cosa.