“La plata no vale nada”.
Esa es la frase más escuchada en los últimos días.
Para los economistas del Estudio Arriazu, este año, la inflación puede llegar al 85 % y la inflación para el año próximo será mayor. ¿Por qué?.
El año que viene es electoral, con lo cual es muy posible que desde el punto de vista fiscal haya un comportamiento más expansivo. Eso en buen romance significa que van a emitir muchos pesos, que cada vez, valdrán menos.
Ahora, como cierra esa perspectiva con vencimiento de deuda de CER que desde ahora se están complicando para renovar. Con los meses, el argentino que reciba pesos va a tratar de dolarizarse.
Esto va a pasar con un Banco Central que no tiene un gran nivel de reservas como para salir a intervenir en el mercado de cambios.
Martin Redrado nos comentaba hace un mes, que la mayor complicación venía en la primavera. En ese momento, calculaba, no entrarían tantos dólares por las exportaciones y habría una corrida sobre el Mercado Cambiario.
¿Por qué se adelantó todo?
Esa pregunta sorprendió al Mercado.
La única forma de financiamiento que tiene el gobierno es la deuda indexada por inflación. Era lógico pensar que se iba a complicar más lograr refinanciarla cerca de las elecciones. Pero apareció el problema mucho antes.
¿Es la extrema debilidad del gobierno?
¿Es la falta de respuestas y planes?
¿Es la interna, que definitivamente quiere desplazar a Guzman?
Los enemigos del ministro de economía están dentro del gobierno. Ni Cristina, ni Maximo lo toleran.
Massa esta preparando un desembarco, con un cambio de 180 grados en la dirección del gobierno.
A esto, habría que sumarle lo que se está gestando en la calle.
Los movimientos sociales de izquierda tratan de empujar a la CGT a un paro general. Estos se niegan porque no quieren enfrentar a Alberto. Optan por una marcha. En este caso, dirigida contra los empresarios.
En medio de las tensiones y en un contexto de apreciación del dólar a nivel global, el Banco Central tuvo que convalidar en la semana la suba del tipo de cambio mayorista más alta en un día, desde hace casi dos meses.
En todo junio el BCRA sólo pudo comprar 75 millones de dólares. ¿Cómo va a enfrentar los problemas cuando lleguen los meses complicados?
Entre los analistas del mercado, dicen que a esta altura tratar de saber qué hará el gobierno hasta las elecciones, es ciencia ficción.
En Economía, tienen diagnósticos equivocados, llegan tarde a la toma de decisiones, la fractura política de la coalición, las obligaciones asumidas con el FMI, todo lleva a pensar que la turbulencia de esta semana, es apenas una muestra de laboratorio de lo que está por venir.
Es inexorable atravesar una nueva crisis.
Lo primero que tendrían que hacer, es establecer en estos meses un orden de prioridades claro.
Por ejemplo, que las industrias podrán disponer de dólares para importar. Hasta fin de año esto es clave. La escasez de dólares, provocará una crisis de proporciones.
Cuando los dólares de la cosecha desaparecen, empieza lo que se denomina “temporada baja”. ¿Cuándo se inicia?
Puede ser julio o agosto.
Redrado, por esa razón, apuntaba a que las mayores turbulencias se verían en primavera.
Estamos otra vez, dando vueltas sin encontrar una salida.
¿Por qué no puede crecer un país con fuentes de riqueza como el potencial agrario, minería, gas, petróleo y ciertos avances técnicos importantes?
En términos reales, el Producto Bruto por habitante esta hoy al nivel de 1974. Pero con una desigualdad mucho mayor.
Volvemos a una coreografía triste sobre el escenario doloroso. En este caso, también con discursos de odio que no dejan de avanzar.
Incluso, muchos se guían por el combate a ultranza.
En Economía se multiplican los cepos, los bloqueos, lograron que hace décadas se impidieran construir gasoductos, rutas, hospitales, escuelas.
Uno de los peores males del país, es la forma de pensar de gran parte de los argentinos. Creen que es el Estado el que debe decidir, que comprar, que fabricar, cuanto tenes que ganar, el alquiler, el Mercado de Cambios, la logística, las exportaciones.
Un Estado que no sabe qué hace un avión extranjero recorriendo el país.