Ultimátum: 60 días.

Guzman tiene dos meses para bajar la inflación del 5 % mensual.

El plazo esta fijado desde el Instituto Patria.

“Si no se resuelve ese problema, es inútil elevar el mínimo no imponible, conseguir 60 % de aumento en las paritarias y hacer política social”.

Si el ministro fracasa, como La Cámpora espera, van a presionar para un gobierno donde todo se decidirá en una mesa de conducción con Alberto, Cristina y Sergio Massa.

Habrá otro ministro de economía cercano a la vicepresidenta y un programa de emergencia. Van por la recuperación del poder adquisitivo; la lucha contra la inflación con controles estrictos y policiales, multas, clausuras y prisiones preventivas y administrar el comercio internacional.

¿Qué significa esto último?

Subir las retenciones, y obligar a los exportadores a liquidar su producción. También se plantea la posibilidad de un impuesto extraordinario.

“Así como esta, “señalan”, la unidad no alcanza”. “Vamos a una derrota de proporciones”. “Por eso algunos compañeros dicen que muchos vamos presos y otros darán clase en la Universidad”.

“Si vamos a perder, lo haremos con nuestra ideología, enfrentando al capital”.

La suerte de Guzmán, mientras tanto, se decidirá en los próximos 60 días.

En mayo, la inflación está en los alrededores del 5 %.

¿Qué puede pasar en junio?

Tenemos, tarifas, prepagas, salarios, alquileres. Todos los consultores indican que en el año se superará el 70 %.

Mientras tanto el gobierno anuncia obras importantes que todavía no comenzaron.

En EEUU tratan de entender las idas y vueltas de Alberto.

Un embajador argentino lo resumió así : “Como lo señaló Seneca, el que no tiene rumbo ni horizonte claro, cualquier viento le viene bien”.

La cúpula del Pro volvió a reunirse. Estuvieron casi todos. Macri, señaló la necesidad de tener un plan económico para el 2023. Hizo un “mea-culpa” por no poner en su momento un ministro fuerte. Por su equipo, planificación y además por ser un brillante comunicador, apuntó a Carlos Melconian. Cristian Ritondo lo apoyó con entusiasmo.

Un dato interesante lo aportó la encuesta de Managment & Fit. Cuando se preguntó, cuáles eran las causas de la inflación, el 65,7 por ciento dijo la emisión monetaria, un 19,6 apunto a los empresarios; un 6,6 % a tarifas y otras causas.

Es la primera vez en años que aparece la emisión de dinero como un componente fundamental, y sin duda los economistas liberales tuvieron mucho que ver en este cambio.

El núcleo duro del cristicamporismo está en ese casi 20 por ciento.

El futuro inmediato es lo más preocupante.

Los números fiscales, hace que un economista como Cachanosky, vaticine que el gobierno, antes de fin de año, se dará “una piña importante”.

En abril el gasto público creció 87 %.

Hay un festival de bonos de deuda que saturo el mercado.

En septiembre hay vencimiento de deuda por 1 billón de pesos.

El rojo fiscal está en ascenso.

¿Se puede emitir por encima de lo permitido?

Las transferencias a provincias subieron 133 %.

La actividad económica se “plancho”.

No se crece como en los primeros tres meses. Se frenó antes de lo pensado.

El cálculo para estos meses fríos, es que el déficit de energía serán 7.000.- millones de dólares. Los subsidios están entre el 0,6 y 0,8 % del PBI.

La CGT estaba conversando sobre la necesidad de un paro general, cuando subió el mínimo no imponible de ganancias, y se frenó todo.

La cúpula, habló sobre el futuro. “Si esto sigue así, va a explotar por la inflación y allí vamos a tener que hacer algo”.

La mejora en ganancias, ganó tiempo.

Economía tiene permiso para emitir alrededor de 438.000.- millones de pesos. Acuerdo con el FMI.

Hasta ahora emitió 380.000.- millones.

Todo se acelera. En las empresas todos apuntan a que en la primavera se verá la prueba final. En ese momento se jugará el partido definitorio. ¿Guzmán aprobará el examen?.