Guzmán el Houdini moderno.

La visión de los políticos de la oposición, es que será muy difícil rescatar al país de la mediocridad y la decadencia. En el Instituto Patria, miran las encuestas y señalan que el próximo gobierno será de signo opuesto al suyo, y nada se podrá resolver en esta década que viene. Para la oposición, las medidas que inevitablemente tendrían que tomar, no serian digeribles para la mayoría de la población. ¿Cuántas reformas están dispuestos a tolerar? Para La Cámpora, lo único que hay que preservar es la provincia de Buenos Aires. Allí, no hay segunda vuelta y sería el lugar de resistencia para poder volver en el 2027. Estas presuntas opciones tendrán un costo enorme para la gente. Estamos condenando a la pobreza a millones de argentinos. Hay consenso en los dos lados de la grieta que es imposible alcanzar el desarrollo. El surgimiento de una visión que logre motivar a la mayoría está muy lejos de poder alcanzarse. Frente a esto, vemos cómo nos limitamos a tratar de resolver los mismos problemas de hace décadas, sin ningún resultado. Toda la imaginación está puesta en sacar dinero de la ciudad de Buenos Aires y potenciar la provincia. El Indec reveló que las familias más ricas tuvieron ingresos entre diecinueve y quince veces superiores a las de menos recursos en el bienio 2020-2021. La pobreza es uno de los principales problemas a resolver. Medido en términos monetarios, vivienda, servicios, los niños y adolescentes que residen en hogares periféricos, en su mayoría dependen de la jefatura de una mujer y son desocupadas, o trabajan en negro, reciben subsidios y no tienen profesión. Todavía no se sabe que pasó con los 500.000 chicos y jóvenes que nunca volvieron a clase después de la cuarentena del 2020. Habrá que agregar que el salto inflacionario de los últimos años, hizo estragos en los ingresos familiares. Alberto señaló, después de hablar con Cristina, “No todo el frente avalará el acuerdo”. Está claro, el kirchnerismo da un paso al costado. La pregunta es ¿se aparta del gobierno o solo del acuerdo?. Otra: ¿el presidente tomará ahora el timón? ¿Qué hará la oposición? El tema es Maximo Kirchner. En una reunión en el Instituto Patria, blanqueo todo su enojo. “Nunca nos dijo la verdad” . “Es un cínico”. “Hizo un ajuste silencioso en el 2021 y perdimos las elecciones”. “En el acuerdo con el FMI escondió lo principal”. “Nos engaño”. “Nos hizo creer que había una reestructuración de la deuda y es una refinanciación”. “Por lo tanto como ellos ponen la plata, los tenemos cada tres meses revisando cuentas”. “Despues que Guzman vaya al Congreso, donde les aviso que la va a pasar muy mal, tiene que renunciar”. Todas esas frases, fueron aplaudidas en forma fervorosa por los asistentes. Se habló del cronograma de pagos. Hay 4 años de gracia. Los vencimientos de capital recién aparecerán en el 2026. El presidente que llegue en el 2027 hasta el 2031, tendrá una carga de vencimientos de 15.000.- millones de dólares al año. En síntesis, están comprometidos los próximos dos gobiernos. Habrá austeridad y prudencia final, todo supervisado por el FMI. Todo lo contrario de lo que quieren hacer los kirchneristas. Ellos prefieren políticas expansivas, impulsar todo el tiempo el consumo y que el Estado tenga un papel preponderante en todos los órdenes de la vida. Se preguntaron en la reunión una y otra vez : ¿Alguien cree que esto se puede pagar en 10 años? Máximo, lo vio en su discurso- explicación, como una amenaza si La Cámpora, finalmente llega al poder en el 2027. Igual, reconocen que por ahora no tienen ninguna figura que mida más del 30 % de imágen positiva. Para Alberto, peor es el default. El desastre le hubiese llegado a su gobierno. Lo que intenta es patear la pelota hacia adelante y que otros se hagan cargo. Nada diferente a los últimos 50 años.