En Rusia en estos años hay un reconocimiento histórico de la época de los Zares. Se prestigia a Catalina La Grande, Iván el Terrible, entre otros.
Además está impulsado desde el propio gobierno. Una forma de privilegiar las autocracias y autoritarismo como el de Putin.
El plan original de 16 años del kirchnerismo, 8 de Néstor y 8 de Cristina, hizo que Florencio Randazzo señalara: “El kirchnerismo es una empresa familiar”. ”Van a esperar que sea el turno de Maximo”.
El clan en su intento de mantenerse en el poder tuvo un bache en 2015, ahora van por todo otra vez.
El problema es que Argentina no es China ni Rusia.
No tiene esas tradiciones. No es un país dócil, tiene anticuerpos totalitarios fuertes. No es tan solo en la Ciudad de Buenos Aires. Varias provincias, entre otras Córdoba y Mendoza, rechazan los absolutismos. Si lo intentan, saben que podría ser una tragedia.