El año finaliza a fines de octubre.
Cuando se termine de votar, comienza otra cosa totalmente diferente.
No será la primera vez, ni la última.
Hasta colocar el voto en la urna, pasara lo siguiente:
Uno: Atraso cambiario. El dólar oficial se utilizará como ancla para frenar los precios.
Dos : Tarifas que se moverán lejos de la realidad. Kicillof, le marcó la cancha a Guzman y subirá el 7 % de luz desde abril. El ministro planteaba el 30 % y había aceptado el 15 %.
El gobernador dijo con su mensaje : “Es por acá, no por allá”.
Tres : En marzo, la devaluación fue del 2,4 %, la inflación será del 4 % y la tasa del 36 % anual. Vuelven a congelar los precios por 45 días. Martin Guzman quiere un aumento de tarifas del 29 %, y Kicillof puso solo el 9 %.
Cuidado, el Estado pidió 160.000.- millones de pesos a cambio de bonos pero solo logró 86.981.- millones.
¿Hacia dónde irá el dinero en los próximos meses?
El Ministerio de Desarrollo Productivo, sacó un instructivo de 27 páginas. Allí están todos, alimentos, muebles, detergentes, hierro, bebidas, etc.
Los empresarios tienen que poner, precios de compra y de venta, stocks, costos, destino de la producción, bonificaciones, sueldos. Un supermercado maneja 105.000 artículos diferentes y con sus stocks, llega a 12 millones de precios y factura en un año 995.953.- millones de pesos. Los datos, cientos de empresas, los tienen que dar todos los meses.
La que sacó todo este engendro es Paula Español, que responde a Axel Kicillof.
Un artículo del año 2015 en la Voz del Interior ya señalaba que el actual gobernador de la provincia de Buenos Aires dijo “que la planificación centralizada al estilo soviético no habrían fracasado si se hubiera contado entonces con las poderosas herramientas que hoy permiten procesar en forma rápida enormes cantidades de información, cuya máxima expresión es el programa Excel”.
Justamente este es el programa que se quiere ampliar en la Argentina.
La discusión se supone que quedó superada cuando cayó el Muro de Berlín. Allí, bastaba observar cómo estaban las dos Alemanias, el sistema socialista era muy inferior.
Los gerentes de las principales empresas señalan que se va a ocultar información sensible. Especialmente la que puede ir a parar a los competidores.. Van a tapar todo con miles de números muy difíciles de procesar.
Les prometieron que los datos serian confidenciales.
Nadie cree eso en la Argentina.
Aquí, se publicaron los nombres y las empresas que ingresaron a los blanqueos de capitales, se conoció el nombre de los que entraron en las moratorias y de los deudores en los bancos. Nada es secreto, especialmente si son opositores al gobierno. Además, la información más sensible, se vende.
Cuatro : Ayudará hasta las elecciones, el ingreso de dólares de la soja y el maíz.
Cinco : Habrá mucha obra pública. Se dirigirá especialmente a la provincia de Buenos Aires. Allí es clave para las elecciones.
Seis : Lo señaló en una conversación Cristina vía zoom con el Instituto Patria : “Con empleos públicos, nacionales, provinciales y municipales, la AUH, planes sociales, jubilados, etc, repartiremos 22.- millones de cheques por mes”. “ Si con esto perdemos somos estúpidos”. En realidad utilizo otra expresión más contundente y que utiliza mucho para dirigirse a Parrilli. Todo eso no evitó que tengan 19 millones de pobres. Por eso hasta votar no habrá plan económico. Solo un borrador.
El FMI, quedó para ser utilizado verbalmente en los discursos para el consumo de los “muchachos para la liberación”.
Aplaudir a Maduro, protegerlo de las garras del imperialismo. Atacar a los socios del Mercosur que están en otra sintonía.
¿Cómo se consiguen votos?
Más gasto y subsidios.
Habrá que emitir. Para la clase media, la suba del mínimo no imponible de ganancias.
La inversión estará ausente. No hay empleo privado en blanco.
Las razones son claras. Nadie quiere invertir en la Argentina porque saben que esto dura hasta octubre. Después no importa. Ya tenemos experiencia, sobre lo que pasa. La olla a presión se dispara como en otras épocas.
La historia vuelve a repetirse.