Nadie percibió la repercusión que tuvo el vacuna gate.
Se incendiaba la pradera y no había forma de detener el fuego. Las llamas alcanzaban al gobierno.
Ahora, el capitalismo de amigos existe. Las licitaciones, las ventajas, las obras públicas, la compra de empresas es para los “nuestros”. Pasó en las últimas décadas. Todavía estamos pagando juicios millonarios por la forma en que se realizaron.
Ahora, ¿qué esperaban que hiciesen con las vacunas?
No calcularon, que esto no eran dólares, era la vida o la muerte para mucha gente mayor que está aislada en su casa hace meses.
Esa es la razón por la cual el impacto social del escándalo es profundo.
Alberto va a México, y el presidente lo recibe con estas frases “Acá las vacunas son para todos”, “no hay preferencia para nadie”.
Las olas llegaron como un tsunami a todo el mundo.
Habrá mucha publicidad, pautas, sobres, relatos fantásticos de acá a las elecciones, pero el daño es profundo. En México, un vocero de Alberto les dijo : “Entregamos a Gines, los bajamos del avión a Valdez y Taiana, entregamos la lista de los vacunados”. “¿Qué quieren? Váyanse a la reputisima madre que los pario”
Las señales económicas son variadas.
Si nos guiamos por el uso de la electricidad de la producción, febrero contra febrero, nos muestra, la industria todavía 10 % debajo del 2020. Pero la peor performance, el comercio, un 43 % de baja.
La caída del turismo es importante. Mar del Plata tuvo un 40 % menos.
Lo que mejor reacciono, es un sector de la construcción, pero con el dato que se toma gente en “negro”.
Se están abriendo, canillas que estaban cerradas. Por eso se percibe un “rebote”, en varios sectores, pero todavía lejos de la normalidad.
Según CAME y el Indec, aún el consumo masivo no reaccionó.
La clave es que tenemos inflación, suba de precios de alimentos y todavía no hubo paritarias.
Otro dato de CAME, “creció” la brecha entre “lo que se lleva el productor y lo que le queda al negocio”.
Menor margen de ganancia al minorista.
En la AFIP, están preparando un nuevo impuesto.
Sería para las viviendas desocupadas. Es una forma de forzar a los propietarios para que coloquen sus propiedades en el mercado y bajen los precios.
Al pretender regularlos se consiguió el efecto contrario.
Salieron del mercado.
El problema se agrava por el congelamiento de los contratos que se sigue prorrogando. ¿Cuándo finaliza el periodo de excepción? Nadie lo sabe. Más se demora, más explosiva será la salida.
Entre tanto, el sistema financiero permite absorber oxígeno para llegar hasta abril y mayo, cuando ingresen los dólares de la cosecha.
La soja a 520.- dólares la tonelada y el blue por debajo de los 150.- pesos.
¿Por qué baja el paralelo y el contado con liqui?.
El pago del impuesto a la riqueza demandará unos 400.000.- millones de pesos. Buena parte de ese dinero viene de la venta de dólares.
También hubo superávit. El ajuste de gastos vino por el lado de la cancelación del IFE, Ingreso Familiar de Emergencia, ni préstamos, ni ATP para el pago del 50 % de los salarios.
Hay además, una entrada de dólares importante por la liquidación de retenciones a las exportaciones.
El tema central, la mayor preocupación continúa siendo la suba de precios.
La Universidad Di Tella marcó una suba para todo el año del 45,2 %. Martin Guzman ya sabe que estará más cerca de esa cifra que el pronóstico del 29 % que se puso en el Presupuesto.
Dejando las cifras económicas de lado, lo más importante fue un estudio de un organismo que depende de la Presidencia de La Nación.
Allí se indica que el 47 % de la población es pobre, son 21 millones. No solo miden los ingresos, en blanco o en negro sino también la vivienda precaria, asistencia escolar, precariedad del empleo, salud, etc.
El 55 % de los menores de 18 años viven en la pobreza.
A lo largo de décadas los hemos multiplicado. Gobiernos estatistas y populistas, que gobernaron la mayor parte del tiempo, siempre dijeron que tenían la solución.
Es cierto, lo lograron.