El mensaje de Sergio Massa tenía dos destinos.
Al elevar el mínimo no imponible de ganancias, uno era para la CGT, que lo estaba esperando. El otro para la clase media. Hace un mes que trabajaba con esa idea, porque como fanático consumidor de encuestas, se dio cuenta que la derrota electoral era inevitable. Los sectores medios, estaban cada vez más lejos del gobierno. Además era un mensaje para Palazo, del gremio bancario y Moyano. Pero no quieren aliviar la situación de los autónomos y monotributistas.
Las urnas son un fantasma que se acerca inexorablemente. Si lo pudiesen postergar un año, lo intentarían.
Se le ordenó al Banco Central comenzar a atrasar el dólar oficial.
Desde ahora, la devaluación mensual, estará mucho más baja que la inflación. A La Cámpora que dirige hoy los destinos de YPF desde que expulsaron a Guillermo Nielsen, le dijeron que no suba el precio del combustible. Alberto señaló : “Se dicen revolucionarios, pero cuando se sientan en esas oficinas, se transforman en petroleros”.
Al mismo tiempo, en la semana, Fernando Gray se reunió con otros tres intendentes muy cercanos.
Estaban sorprendidos. En estos días habían recibido mensajes de varios dirigentes peronistas que compartían sus políticas. Incluso un ex gobernador y su esposa.
¿Qué había cambiado?
El dirigente Juan Grabois, se enfrentó con el intendente de Lomas de Zamora, Insaurralde y le dijo : “Ustedes son señores feudales, enriquecidos, corruptos que viven en Puerto Madero, lejos de la gente”.
Llegaron a una conclusión. Estos conceptos los comparten en el Instituto Patria y La Cámpora.
Son los hijos, de los que en los 70, atacaban a la burocracia sindical.
La conclusión : “Con estos tipos no se puede negociar, vienen por nosotros”.
Por su parte Maximo en una reunión en el Instituto Patria, señaló : “ Tengo el 90 % del dominio del P.J. de Buenos Aires”. “Yo voy a usar la lapicera para hacer las listas”. “No voy a sacar por la fuerza a Gray y sus amigos, no hace falta”.
Sergio Massa ya eligió el centro. Dice que mientras más lo ataquen los De Vido, D’ Elia , Boudou y un sector de La Cámpora, lo fortalece ante la opinión pública.
Es decir, cada cual atiende su juego.
El Instituto Patria, decidió bajar los decibeles. Ellos están convencidos que la responsabilidad de todos los males es de los empresarios y los tiene que domar el Estado. El problema mayor es que Cristina piensa lo mismo.
Eso explica la caída de la inversión, es dramática y récord en la historia. Muchos eligen irse. Hay 15 empresas multinacionales que se retiran.
Lo que está claro es que nadie quiere “enterrar” su capital en negocios, cuando no se sabe con qué reglas vamos a jugar.
La aspiración máxima de Cristina y su gente deberá esperar. Después de las elecciones se intentara un gobierno con amplios poderes ejecutivos y judiciales.
Corroer las instituciones desde adentro, pero para eso dicen hay que ganar en octubre.