Se están incubando dos huevos de la serpiente.
Uno, un mini Rodrigazo; el otro el indulto.
El primero, es el atraso en las tarifas y el segundo, la presión que se está ejerciendo sobre el presidente para que solucione el problema judicial, no solo de Cristina sino del resto.
El Rodrigazo de los 70, fueron aumentos del 100 y 150 %. Ahora, sin recuperar el atraso, después de las elecciones de octubre estarán en los alrededores del 50 %. Esto siendo moderados.
Recordemos que Cristina cuando ganó en 2011 con el 54 % de los votos, al tercer día, puso el cepo cambiario.
Habíamos llegado a las urnas, con el resto, sin oxígeno .
El otro huevo de la serpiente parece inevitable.
Las presiones sobre el presidente son locales y extranjeras.
Diosdado Cabello, el hombre fuerte de Venezuela lo califica en público de “débil”, “pusilánime”, “sin fuerzas”.
En el país le piden que aumente la Corte Suprema con militantes.
Las causas siguen avanzando y no hay retorno. En el Instituto Patria, dicen que la única salida es el indulto. Para ellos hay ministros que se tienen que ir.
El presidente dijo que son corajudos y fantásticos.
En materia económica la que marcó el futuro fue la vicepresidenta.
El año que viene hay elecciones y la orden es ganar como sea.
Para eso se congelarán tarifas. “Tiene que haber alineamiento entre salarios, precios de los alimentos, jubilaciones”, dijo Cristina. Fue una orden. Lavagna recordó que las tarifas están congeladas desde abril de 2019. Señaló que deberían subir 40 % en 2021 para mantener los subsidios que se pagaron este año.
Martin Guzmán está tratando de bajar el déficit fiscal al 4,5 %. Para eso trata de recortar los subsidios que se originan cuando se congelan los precios de la energía. Misión imposible.
Estudian otro menú de opciones para alcanzarlo.
Acumular desequilibrios postergando definiciones, demostró en el pasado que termina en una crisis.
En 2021, la economía va a rebotar. Llegaran los dólares del campo.
Cristina, tiene la vieja idea keynesiana, que la demanda, el consumo interno empujara con fuerza los números.
El problema será la oferta.
El ministro Kulfas autoriza aumentos de precios por el incremento de los costos. Paula Español, kirchnerista, los anula. La Campora señala que el ministro está entre los que no funcionan.
Cristina marca el rumbo. En la carta anterior no gobernaba, ahora sí.
La recuperación económica viene acompañada por la inflación.
Este año no fue demasiado alta por la recesión.
Con el “rebote” comenzó a acelerarse.
La respuesta, son precios máximos, cuidados e intervenciones. En la provincia de Buenos Aires, autorizan a los intendentes para controlar precios.
¿Pueden clausurar? No se sabe.
En la medida que se fueron abriendo las fábricas y los negocios, la inflación comenzó a crecer.
En Comercio quieren un “Guillermo Moreno” que asuste a los empresarios.
Cristina señala : “privilegiar la mesa de los argentinos”.
¿Qué significa?
Por ejemplo : prohibir las exportaciones de carne. Entre 2007 y 2011, 10 millones menos de cabezas de ganado. Se liquidaron vientres.
Todo duró 4 años. Pasado ese tiempo, el precio de la carne volvió a subir.
¿Vuelve esa política?
El cepo y la pandemia atraparon los pesos dentro del sistema. Pero esto se irá aflojando con el tiempo.
La inflación será alta y la actividad económica va a reaccionar con fuerza.
Argentina alcanzó su nivel de Producto Bruto por habitante más alto en 2011. Ahora lleva 8 años cayendo. Entre 2011 – 2020, declinó en 22 %.
Este próximo año, ¿se intentará un crecimiento sostenido por anabólicos para ganar?.
La historia vuelve a repetirse.