Es difícil explicar lo que pasa.
El lenguaje, las palabras, se interpretan como quieren los personajes. En público Alberto dice “me apoya”. Sus asesores nos dicen, “nos sepultó”.
Cristina, critica en forma ácida a Sergio Massa y Vilma Ibarra por sus antiguas declaraciones sobre la corrupción de los Kirchner. Alberto camina hacia el homenaje de Nestor, acompañado de los dos.
Todos gestos. Sonrisas por un lado y el puñal por el otro. Los Borgia en todo su esplendor.
El único que dice algunas verdades sin artilugios es Gustavo Beliz: “Perdimos el rumbo”.
De la carta de Cristina se rescata la definición : “Estamos en un país bimonetario”.
Es decir, todos los gobiernos tuvieron el mismo problema.
No fue el “golpe del mercado”, ni la “desestabilización” de Alfonsin, Macri, Cristina. Es la gente.
Durante años, tuvimos déficit que se cubrió con emisión o deuda. Tasas negativas en pesos. Inflación e hiper.
¿Cuándo comenzó?
En el año 1945. Pasamos a señalar los datos históricos.
Año 1946, tasa de interés 5,5 %; inflación promedio mayorista y minorista 20,4 %.
Año 1947, tasa 5,5 % ; inflación promedio 9,8 %
Año 1948, tasa 6,5 % ; inflación 15,6 %.
Año 1949, tasa 6,5 % ; inflación 27,4 %.
Generosa política de créditos que permitió a la industria financiera inversiones, pagar salarios elevados. Los créditos eran subsidiados.
Para el peronismo, la inflación nunca fue mala.
Pero la fiesta alguna vez se termina.
Llegó la austeridad en 1952. Había que gastar menos.
No se quiso tocar el dólar para que no cayeran los salarios. La brecha cambiaria entre el 52 y el 55, llego al 200 %.
En 1950, contra sus principios se tomó un préstamo del Eximbank por 125.- millones de dólares.
Desde ese momento hasta hoy, hubo pocos cambios circunstanciales.
El instante donde los ahorristas entendieron que guardar pesos era ruinoso, fue en el Rodrigazo. Allí, se evaporaron en pocos minutos el sacrificio de toda una vida de trabajo.
Siempre el tipo de cambio fue utilizado por los políticos.
Dólar caro, igual salarios bajos. Dólar bajó, salarios altos. En años electorales se atrasa, ni bien termina de votar la gente, se devalúa.
Hay años para mostrar la ilusión, en otros llega la realidad.
Cristina ganó con el 54 % en 2011. Llego con lo justo en el Banco Central. Tres días después del triunfo puso el cepo.
Vendieron ilusión.
Cuando ya no sabían qué hacer, le pidieron al Banco Central en manos de Martin Redrado, los 9.500.- millones de dólares. Se negó y lo echaron. Nunca se lo perdono.
Vaciaron el BCRA.
Ahora, presionan a los operadores a no actuar en contado con Liqui, son mini feriados cambiarios.
En el mercado señalan que la disyuntiva parece ser, “no devaluar o devaluar”. Sino devaluar en forma ordenada.
Para eso necesitan saber :
Uno : ¿Creen en el capitalismo?
Dos : ¿Aceptan la propiedad privada?
Tres : ¿Combaten al capital?
Cuatro : ¿No necesitan un ministro de economía con un equipo sólido y un plan?
Mientras tanto los números muestran que el rebote de la economía es débil. Septiembre contra el mes anterior fue del 1,8 %.
Preguntan de los inversores : ¿Están usando o no los encajes?
Esta es la transcripción textual del reportaje al ministro de economía Guzman en el coloquio de IDEA, que le hizo Fernando Gonzalez.
– ¿Cuánto hay líquido en el BCRA?
– Guzman : “No entiendo”. “Ah bueno lo que podamos usar”.
– ¿Vivos cuántos?
– Guzman : Ese dato lo manejamos nosotros.
– ¿Usan los encajes?
– Guzman : “Tenemos dólares, no líquidos”.
Está claro.