En Wall Street el título de lo que sucedió en Argentina era el siguiente : “La negociación de la deuda, se destrabó en la calle Juncal”.
Para saber dónde está el poder en el país, basta observar, que hizo el ministro de economía la mañana del mismo lunes del anuncio definitivo. Se lo vio llegar con varias carpetas, en medio de la pandemia al domicilio de la vicepresidenta de La Nación. La aprobación se logró en forma inmediata.
A cualquiera le cuesta imaginar una situación semejante con Domingo Cavallo, dirigiéndose a la casa de Carlos Ruckauf para mostrarle un plan; Lavagna con Scioli o Sourrouille con Victor Martinez. Sería imposible.
Ahora: ¿Tenían que hacerlo tan evidente? En el peronismo el que tiene
poder, quiere mostrarlo.
La clave, sin acuerdo político no habrá inversiones. No llegaron con Macri, pro-mercado, menos lo harán ahora.
Dicen, “Tenemos despejado el horizonte”. “Los empresarios tienen mejor escenario para proyectar sus negocios”.
Cristina lo aprobó . ¿Por qué? Con la reforma judicial y los posibles cambios en la Corte, ya tienen un frente abierto con la oposición. La pandemia, la caída violenta de la economía y el cierre de empresas, era demasiado. Había que cerrar este tema, un default total podría ser un jaque mate.
Ahora el FMI. Este no acepta, por mandato de su estatuto, quitas en el capital ni en los intereses.
Pueden reprogramar los pagos. Para eso, van a pedir un plan económico. Quieren saber si podremos pagar.
¿Qué harán con el déficit fiscal, la política monetaria, con el dólar, la tarifa de los servicios públicos y los subsidios?
El gobierno si no tiene un plan, lo van a dibujar el EE UU.
Las definiciones del Foro de Convergencia Empresaria muestran : “Tenemos claro que en un sector del gobierno se impulsa la estatización de la economía”.
Agregan : “Un plan es imprescindible, para saber si invertir o no”.
“El tema expectativas es lo peor”.
Las dudas surgen porque no saben que quieren hacer.
Alguien título : Decidan ¿Son Vicentin o Black Rock? ¿Instituto Patria o el resto del peronismo?
Expropiaciones, quedarse con acciones de las empresas privadas o incentivar para invertir.
Gustavo Beliz, que redactó una reforma judicial que tacharon los ultra kirchneristas, señaló lo que se sospechaba :”Cristina tiene un plan diferente al de Alberto”.
Ella, expreso, cuestiono el diálogo del presidente con grandes empresarios y la foto del 9 de julio.
Cristina apuntó a que no invitaron a Hugo Yasky del CTA.
A pesar que el presidente hace gestos todo el tiempo para conciliar posiciones, existe un clima conspirativo.
Los ministros están más atentos a como los califican en el Instituto Patria que a su gestión.
El ejemplo más claro fue el de Cafiero. Percibió que no lo aprobaban por “tibio”. Endureció su lenguaje y pasó el examen.
Cerrar el tema deuda era imprescindible.
Al Banco Central le quedan de libre disponibilidad 8.000.- millones de dólares.
En mayo compraron billetes de Estados Unidos, los 200.- dólares solidarios unos 2.400.000 personas; en junio 3.300.000, en julio más de 4 millones.
En el primer día de agosto 400.000 ahorristas se llevaron el cupo de 200.- dólares .
Se acabaron las liquidaciones de los exportadores
Frenaron las importaciones.
Alberto en su discurso señaló : “Hay que desdolarizarse”. En síntesis, la gente debe dejar de pensar en dólares y si en pesos.
Hace 50 años, que escuchamos lo mismo.
La pregunta final : ¿Cristina no deja gobernar a Alberto, o el presidente tiene la excusa perfecta para no tomar el poder en medio de la crisis?.