Nadie le dio importancia, cuando el ex vicegobernador, Gabriel Mariotto dijo, “Ganamos colocando a Alberto adelante, y siendo moderados, ahora se terminó”. Así lo comentaba un amigo de Carta Abierta, un experimentado, que vivió todos los vaivenes del peronismo, durante 60 años.
Hasta ese dia, se podía intercambiar ideas con la gente de La Cámpora y cristinistas de todo pelaje.
Sin embargo, mi interlocutor fue claro : “Desde ese momento Cristina comenzó a mover las piezas del ajedrez y Alberto pasó a la defensiva.
Mariotto pedía el control del comercio exterior de granos.
Ahora observamos la ruptura de acuerdos políticos, la reforma judicial, el impuesto a los ricos, el proyecto de quedarse con acciones de las empresas a las que ayudamos y ahora Vicentin.
El negocio de las cerealeras está arbitrado por el Estado.
Este otorga los permisos de exportación y define los plazos de ingreso de dólares y hace los controles fiscales.
¿Entonces, porque Vicentin?
¿Hacía falta?
La clave, nunca fue la soberanía alimentaria. “Es la caja estúpido”, me señaló mi amigo de Carta Abierta.
Fueron por PAMI, la Anses, YPF y ahora una empresa importante .
Señaló el BCRA, que después de la Pandemia, una 80.000 empresas irán al concurso preventivo, ante la imposibilidad de pagar sus deudas. Menos mal que Cafiero declaró en un reportaje, que no “todas” las que estarán en convocatoria, las va a expropiar el Estado.
El doctor Sergio Moro habló sobre el tema y dijo : “Dicen que la corrupción es dinero para las campañas, pero comprobé en Brasil, que también fue para enriquecimiento personal”.
Hernán Brienza, militante de La Campora, hace 3 años dijo : “Si robamos, pero para hacer política, sino sólo lo harían los ricos”.
El secretario de Néstor se llevó 90 millones de dólares que se fueron a Miami. Lázaro Báez pasó de cajero de banco, a multimillonario.
Tienen razón, es la caja.
En 1991, en charlas, que después fueron a un libro, Jorge Antonio, empresario peronista desde 1945, me aclaro el panorama, pero nunca lo entendí tanto como en las últimas décadas .
Señaló : “Usted cree todavía que el peronismo es una ideología”. “Sabe es muy ingenuo”. “Desde 1945 hasta 1952, se estatizó. Allí apareció la crisis, nos quedamos sin dólares y hubo que cambiar de ministro y llegó Gomez Morales”. “Ahora Menem está privatizando”,. “Es lógico, quién va a poner plata para las inversiones, si el Estado está quebrado”. “Que la pongan ellos y vamos en dirección hacia donde va el mundo”. Aclaremos, había caído hacía dos años, el Muro de Berlín.
Pero después terminó por iluminar mi cerebro. Aclaro : “ Pero dentro de algunos años, si es negocio, se volverá a estatizar”.
“Si quiere entender el peronismo, no siga la ideología, siga la caja”.
Ahora, a la distancia, me parece Nostradamus.
Moro agregaba : “Frente a la corrupción, preservar el Estado de derecho es más vital que perseguir a los delincuentes”.
En estos días, Cristina decide y Alberto acata. Ella tiene la mayoría de acciones de la empresa. Vino para vengarse de los que la acosaron durante cuatro años . Los jueces, el peronismo que no la defendió, Alberto, los empresarios y los medios de comunicación . Falta la soberanía de las palabras. Pero eso, me dicen queda para el 2021.
Hoy, ya hay demasiado ruido.
Llegó el momento donde Cristina decidió jugar fuerte en el tablero. Para eso rompieron los acuerdos y promesas.
La pregunta hoy entre los empresarios es la siguiente, ¿Cuánto tiempo soportará Alberto el jaque al rey?. ¿Qué piezas quedan?
Mientras tanto se arrincona a la gente con la cuarentena.
La clave, es el miedo. Hay que manipularlo con astucia.
Decirle a la gente, tenga miedo pero no se preocupen aca esta el gobierno populista para cuidarlos. Allí está el secreto. Obedecer a los que mandan y no te pasara nada. Es viejo, pero efectivo. En Europa lo utilizaron durante mucho tiempo en el siglo XX.