Hay un virus que nunca se pudo erradicar de la Argentina. Lleva más de 70 años haciendo estragos. Se llama sobreprecios.
El centro de la escena lo tuvo muchas veces la Cámara Argentina de la Construcción. Un personaje, solitario, idealista, que en ese momento ocupaba el ministerio de Economía, en persona, los acusó de corruptos. Como aves espantadas , corrieron a pedir venganza contra el osado, triste y gris que los ponía en el banquillo de los acusados.
¿A quien acudieron?
Al entonces presidente de La Nación, Néstor Kirchner.
¿Qué sucedió?
Este lo expulsó a Roberto Lavagna. Dijo ante sus colaboradores : “Me saque de encima al pálido”.
¿A quien perjudico durante décadas el robo sistemático?
Hay, unas 4.200 villas. Unas 50 en la Capital; 1.200 en el Gran Buenos Aires; 122 en la Matanza; 80 en Moreno; 70 en Florencio Varela.
Para disimular las llamamos “barrios populares”.
Piletones, Zavaleta, Ciudad Oculta,31, 31 bis, Rodrigo Bueno, La Cava, La Barra Etc.
Deambulan por los pasillos y callejones, menores. No hay agua potable.
¿Quiénes son los culpables de este desastre?
Politicos que alguna vez les toco ser funcionarios, cómplices y testaferros. Los jueces enriquecidos de Comodoro Py, matones, sicarios.
Hace 70 años que nos enfrentamos a un saqueo.
Dos hombres se sinceraron.
Uno Hernán Brienza, ultra kirchnerista: “Si robamos, pero para hacer política, sino solo la harían los ricos”.
Otro : Felipe Solá. Le preguntaron, cómo ocupo tantos cargos con gobiernos diferentes como Menem y Néstor Kirchner. Tuvo entonces la respuesta más clara y contundente : “Llegue siempre, porque supe cómo hacerme el boludo”.
Con virus o sin él, todo sigue igual.
Estamos tocando fondo en economía. Las cifras son de terror.
El Indec calcula que el PBI por habitante, este año, será igual al de 1974, cuando estaban Perón, Isabelita y López Rega.
Son 50 años perdidos.
El mismo ingreso, con peor distribución.
En 1974, la pobreza era del 18 %, hoy es del 45 %.
Somos maestros del fracaso.
Con la grieta, los argentinos no podemos lograr un consenso ni sobre el pasado ni el presente.
¿Alguien cree que se puede lograr algo sobre el futuro?
¿Cuál es la salida?
Uno : un plan de estabilidad con respaldo político de todos los sectores.
Dos : un brutal ajuste, tipo Remes Lenicov. Alta inflación mensual, devaluación fuerte del dólar oficial. Resultado, licuan los salarios y las deudas en pesos. Brutal retroceso en jubilaciones y sueldos del Estado.
Esta fórmula la vimos. Pero ahora es difícil que se ponga en práctica, por la reacción callejera. Aun en un gobierno peronista.
Salvo, que sea lo que está esperando, Cristina, Máximo, Axel y La Cámpora, para desplazar al presidente. ¿Es posible? Si uno razona, parece imposible, pero estamos en Argentina y uno nunca debe decir: “De este agua no beberé”.
El sector más extremo del gobierno piensa que el enorme ejército de pobres, les exigen que los cuiden, que los tutelen.
Aflora el lado oscuro del peronismo. Muera el pluralismo, viva el pensamiento único.
Volver al país Jardín de Infantes de Maria Elena Walsh.
¿A qué responde la trágica repetición de nuestros errores?
¿Por qué la mayoría son hechizados por los cantos de sirena?
¿Por qué al escucharlos nos estrellamos contra las rocas, una y otra vez?
Teníamos el calentamiento global y la pobreza humillante, ahora el virus, y una economía, sumergible en la recesión.
Sin embargo, en un sector del gobierno predomina el ánimo de revancha contra el gobierno anterior. Cristina exacerbó las tensiones. Cree que nunca a los presidentes se los investigó tanto como a ella. Señala que son intocables, y esa era una ley no escrita, que rompió el macrismo. Apunta a : “Ni olvido, ni perdón”.