El peor momento .

Estamos en caída económica, la náusea de la corrupción y la máscara que cayó en el mundo empresarial de los que se enriquecieron con el Estado al margen de la ley. Macri terminara el mandato con más inflación y mayor pobreza que cuando asumió. Según economistas de la UBA, la corrupción de la década ganada alcanza a 36.000.- millones de dólares. Los principales empresarios desfilan por Comodoro Py, arrepentidos . Parece una película de terror. Falta la música . En el coloquio de IDEA no apareció nadie de la Cámara  Argentina de la Construcción . Tampoco el titular de la UIA. Hace dos años hablábamos de reformas, competitividad, bajar los costos. Ahora son ajustes, la tormenta perfecta y piloto de emergencias. La única luz al final del túnel se llama Vaca Muerta. Duhalde decía : “Estamos condenados al éxito”. ¿O quiso decir , al fracaso?. En esta semana aparecieron encuestas donde Macri o Vidal , le ganarían en la segunda vuelta a Cristina Kirchner . Los números en primera página. La Cámpora inventó entonces una encuesta que ponían en C5N donde ganaba Cristina. Tenían tanta vergüenza los productores , que las placas las sacaron rápido. Lo más interesante era que la mayoría , más del 50 %, señalaba que estaba decepcionado por el rumbo económico. Pero igual votarian por el gobierno. Sucede que del otro lado nadie sabe qué quieren hacer con la economía . Llegó el 17 de octubre. Había por lo menos seis actos diferentes. Julio Bárbaro dijo : “Si no nos sacamos de encima la lacra kirchnerista, el peronismo está perdido”. Gioia : “Cristina estará con nosotros”. “Es una perseguida política”. En ninguno de esos actos se habló de un plan económico alternativo. Sergio Massa intentó algunas definiciones y quedo mal con todo el mundo. Con el campo, la minería y las economías regionales. Solo La Cámpora apunta a un cambio en la Constitución  y una reforma hacia la participación de las bases, parecida al régimen chavista. Hugo Moyano amenazaba con un paro general si lo detenían a su hijo. Banalizaban una medida destinada a mejorar la situación económica de los trabajadores. Al mismo tiempo, sorpresivamente , recibia el apoyo de la Iglesia. En una reunión de peronistas históricos , sociólogos e historiadores se analizaba a Bolsonaro, futuro presidente de Brasil. ¿Qué se dijo? Vuelve el nacionalismo , la autocracia, con dosis de autoritarismo. ¿Habra liberales en economía?, se preguntaban. Los militares que lo rodean son más proteccionistas. ¿Van a vender Petrobras? . No, van  a abrir el mercado para que entren otros refinadores de combustibles. El candidato señaló: “No vamos a dejar que China se quede con la electricidad y el petróleo de Brasil”. Por último , se habló de la debilidad del gobierno de Macri. Las peleas internas, las dudas, las marchas y contramarchas. Llegaron a la misma conclusión : “Argentina necesita un líder fuerte, autoritario , no alguien que dialoga sin tomar un rumbo seguro”. Era el peronismo auténtico . ¿Quién será el Bolsonaro argentino? Pasemos a la economía. El dólar recuperó en estos meses todo el retraso. Es decir , todo lo que la inflación le ganó al dólar en 5 o 6 años, se recuperó en 6 meses. Pero al mismo tiempo provocó un tembladeral en toda la economía. Acá el dólar es super – inflacionario. Sube el dólar, las tarifas y el plomero, el psicólogo y el cerrajero cobran más caro. El problema es que cuando bajó, nada toma ese camino. En ese momento caminamos inevitablemente al FMI. No es una novedad , allí fuimos desde 1958, 27 veces hasta hoy, con renegociación y refinanciamientos. En 12 años subimos el gasto público (2003 – 2015) del 25 % al 42 % del PBI. Nadie entendió que la soja a 600 dólares no duraría toda la vida. Sirvió para mantener la energía y el transporte subsidiado. Permitió que los trabajadores del Estado tuviesen salarios 20 % por encima de los privados. Muchas veces se vivio de sueños. Fue el dia a dia. La cuestión era ganar poder repartiendo. La foto era extraordinaria. Nadie en el país pensó cuando gobernaban en la película. Las experiencias populistas en Argentina y Brasil se hundieron en la ciénaga de Odebrecht, el Lava Jato, los cuadernos de Centeno, los hoteles y los bolsos. La práctica democrática para ellos era obsoleta . En nuestro vecino sale la otra cara: militarización, “mano dura” y antidemocracia. Todo lo que se quiera explicar es infantil. Los malabares dialécticos no son creibles.  Argentina pasó por una experiencia que permite sospechar que estamos , por ahora, vacunados contra el totalitarismo.